Cuando los cariñitos se tiraron al río
no tuvieron miedo a la corriente,
ellos querían aprender a nadar
y llegar a ti.
Azulada de mar
viniste a renacer oceánica,
por fin mis cariñitos
desembocaron en ti.
Se te pegaron en tus vestidos
porque las brisas,
a veces traicioneras,
sacuden tan fuerte
que todo echan abajo.
Por eso los cariñitos
quieren ser lapas
lapas tuyas en todos tus roquerios:
marinas coloridas luminosas
sin brisa que las despegue.
Renaciente oceánica
mis cariñitos siendo en ti
quieren el puente por donde pase yo.
lunes, 29 de agosto de 2011
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
0 con matequilla:
Publicar un comentario