O D I N E A

sábado, 2 de agosto de 2008

Instrucciones para tomar el avión vuelta a casa

Es bastante dificil pararse frente a la metralleta, cuando sabes que los balazos son más exactos que tu propio equilibrio. Cabe preguntarse entonces, porqué arriesgarse. El instinto es lo más ingenuo del ser humano, y no podemos por ello, renunciarlo. Parece ser que los edificios de la gran ciudad te consumen bajo el sol que pregona los paraderos de tu vida, que aclama a los vencedores y perdedores -como si existieran- y disgrega los buenos y los malos. Y eso termina por agobiar el esprecto donde se mueven los dedos que ahora deletrean... Al menos, y eso tranquiliza, soy una marciana que mea pichi azul, y ha resuelto lo que antes era irresoluble.
Y que ahora va camino a casa.

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