que levante la mano

Que le levante la mano
aquel que asesinó la noche fría,
que la dejó en medio de parque
cubierta de nieblina
cubierta de censura
y no se atrevió a entregarse
por temor a los apremios
que trae el sol del mediodía
con su majestad
en pleno verano.

Que levante la mano
aquel que asesinó la noche fría,
por causa justa.

En medio de nostalgias
alguien repara nuestros tiempos,
y gatilla a todo aquel que nos hace frío
que nos entumece
que no recuerda
que se pierde
que me pierde

Que levante la mano
sin culpabilidades:
hoy no es de culpar
ni tampoco de encarcelar.

hay crímenes sanos
como este

que levante la mano
porque levantó mi sonrisa
en medio de parajes
abrazando las marcas que dejó la piel
en una silueta desvanecida
con los ojos desvanecidos
con lágrimas desvanecidas

que levante la mano
porque sigo siendo en un yo,
un yo abrigado porque me abrigaron,

un yo asonrisado,
y sin noches frías.

A ti

A ti, a tu pelo uniforme, a tus ojos miel, a tu rostro bello, a tus manos blandas, a tu cintura delgada, a tus piernas fuertes, a tu tobillo quebrado, a tus pies, a tus zapatos café, a tus pantalones, a tu cinturón, a tu camisa verde agua, a tu suéter naranjo, a tu reloj timex, a tu mirada aguada, a tus labios rosados, a tus pieles, tibias pieles, a tus ideales, a tus sueños, a tu futuro, a tu pasado, a tu familia, a tu distracción, a tu seriedad, a tu esfuerzo, a tu sensibilidad, a tus felicidades, a tu amargura, a tus risas, a tus lágrimas, a tu amar, a tus abrazos, a tus besos, a tus caricias, a ti, a ti...

He estado tratando de seguir con mis culpabilidades... de mi fanatismo por la literatura, de gustarme cerati, y silvio, de querer un tiempecito para leer, para visitar a la gente que amo, de ir al cine... He creído contagiarme con los vicios que acomplejan... He buscado los parajes de mis soledades... he encontrado que hay perfumes que no alcanzo a sentir... y vivo para poder olerlos... hay palabras que no creo entender, aunque las diga... Y siempre estoy, y por ti buscaré el sentido que tiene el norte, la belleza del ocaso, el beso enamorado de dos ancianos, el deseo que uno pide a las estrellas fugaces, el abrazo de ternura que te da alguien, las lágrimas que ahora estoy despojando... Y viviré para desvelarme cuando sepa que la ausencia ha dejado de existir en ti... y seré feliz cuando me comenten, que en uno de tus días, te vieron con un ramo de rosas... Y Lois Lane se encarne nuevamente.

cerca del nuevo fin, tabú, fuego y dolor...

Presagios

Ayer desperté con la extraña sensación de mirar mis manos antes de pisar fuera de la cama: presagios! Noté que en mi mano izquierda una nueva línea entremedio del dedo índice y el medio habia aparecido y sin preguntarme nada a mí. Me enojé tanto que decidí no utilizarla más. Sí desde ahora soy diestra, mi mano izquierda estará castigada por un buen período de tiempo, hasta que pida perdón por sus insinuaciones de rebeldía. Quedé ahora con la tarea de amaestrar mi mano derecha... son 18 años sin utilizarla como es debido... arduo trabajo el que me esperaba. Pero mi zurda miraba con tristeza la drástica decisión de mis pensamientos, es que los pensamientos se dejan apresar por los augurios que trae la noche fría, y se entumecen tanto, que buscan a cualquier acompañante que los abrace... mi mano izquierda seguía tan apenada, y no pude resistir más, tengo tan poca fuerza de voluntad... así que le dije que volvieramos a ser las mismas de antes, que la perdonaba, y todas esas cosas que se dicen cuando uno se reconcilia. Ahora estoy escribiendo con ella, hace poco la ocupaba para comer, es tan delicada cuando pincha las papas con el tenedor y las dirige a mi boca; o cuando me lava la cara en las mañanas, sabe que debe pasar más despacio por la nariz; además siempre le pide ayuda a la mano derecha cuando no puede hacer el trabajo sola... quiero tanto a mi mano izquierda!

Hoy temprano, cuando mis ojos se fueron abriendo, tuve la extraña sensación de mirar mis pies antes de ponerlos fuera de la cama: presagios!

temo

temo pedirle favores a la miradas,
temo contarle que me como las uñas,
que no me corto el pelo,
que mis pies se cansan de no poder
seguir las huellas
seguir
las marcas de la piel que te recuerdan
las frías pieles que te recuerdan

temo que llegue un abrazo
una brisa de mares encallados
quietos
que no me deja pisarle los pies
pies
como los míos que se cansan
y no me deja pisarlos.

temo que mis manos dejen de ser frías
temo que deba agradecerle
a las sonrisas cínicas que me acompañan
que me traban
me amurallan en ayeres

temo del sudor
enamorado sudor que recorres
ahí tu
encallado
camuflado de otras pieles
y que no me dejan pisarte los pies
y me como las uñas
y me como las uñas

temo
temo dejar mis ayeres
ayeres frios pero bellos ayeres
y dejar de amar mi pelo largo
mis cicatrices
mis manos pequeñas
mi cuerpo pequeño
tu pequeñez en mí.