"La fiebre de un sábado azul y un domingo sin tristezas. Esquivas a tu corazón y destrozas tu cabeza, y en tu voz, sólo un pálido adios y el reloj en tu puño marcó las tres. El sueño de un sol y de un mar y una vida peligrosa cambiando lo amargo por miel y la gris ciudad por rosas te hace bien, tanto como hace mal te hace odiar, tanto como querer y más. Cambiaste de tiempo y de amor y de música y de ideas Cambiaste de sexo y de Dios de color y de fronteras pero en sí, nada más cambiarás y un sensual abandono vendrá y el fin. Y llevas el caño a tu sien apretando bien las muelas y cierras los ojos y ves todo el mar en primavera bang, bang, bang... hojas muertas que caen, siempre igual, los que no pueden más se van".
bastante bien apretar bien las muelas de vez en cuando... solución bastante viable para los cobardes, como dice mi profe...